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El presente estudio es un intento de restaurar el significado y el valor de las “Escrituras” en el corazón de la relación dialéctica entre fenomenología y teología. Mientras que las Escrituras desempeñan un rol tremendo dentro de la vida religiosa como un catalizador, la filosofía de la religión tiende a evitar la exégesis por supuestamente ser una ciencia positivista alejada de la esencia de la religión. En este ensayo me gustaría contrarrestar tal punto de vista prestando especial atención a un evento histórico que se ha descuidado hasta ahora, es decir, el encuentro entre Heidegger y Bultmann en Marburgo, y en especial la primera contribución de Heidegger en el Seminario de Bultmann sobre el Nuevo Testamento. Esta contribución de Heidegger trata de las Cartas de San Pablo a los Romanos y ofrece un estimulante relato fenomenológico de la fe bíblica. Si bien este relato constituye un invaluable suplemento para los cursos magistrales de 1920/21 sobre el corpus paulinum en la Introducción a la Fenomenología de la religión, también da testimonio del hecho de que las Escrituras son esenciales para la comprensión de la dimensión performativa de la experiencia religiosa.
