Es verdaderamente sorprendente el grado hasta el cual se han interiorizado, en la conciencia jurídica nacional, los efectos ideológicos de los más diversos discursos jurídico-políticos que se ha utilizado para argumentar la no intervención del Poder Judicial y, en especial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la determinación de la juridicidad de los derechos políticos, de manera que, en los medios académicos, se considera, aún, que el simple cuestionamiento de esta actitud implica una total ausencia de sentido jur ídico y de ignorancia de las diferencias entre el derecho y la política.