Básicamente, el marketing va de motivar a las personas para que pasen a la acción. Las personas compran por razones emocionales y luego buscan razones racionales para apoyar esa decisión emocional. Podemos tratar de convencernos de que solo nos interesan los beneficios racionales y una relación clara de coste/beneficio, pero la realidad es que siempre encontramos una manera de hacer lo que realmente queremos hacer.