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Carine Milcent
La asamblea general de la OMS celebrada el pasado mayo bajo el fuego de las críticas propuso que cualquier futura vacuna contra la pandemia de la covid-19 fuese tratada como un “bien público”. Esto no ha calmado a Estados Unidos, que acusa a Pekín de ser responsable del desastre sanitario y hace hincapié en el bajo número de fallecimientos comunicados. Pero ¿qué oculta la polémica sobre estas cifras?
