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El sistema de justicia penal quebequense -a pesar de las reformas del cual ha sido objeto- sigue tratando de forma inadecuada a las víctimas de agresión sexual. El desgaste, la influencia del modelo de una « violación de verdad » y la victimización secundaria son unas de las tantas dificultades con las que las víctimas se encuentran, lo que ha conllevado a la pérdida de la confianza hacia el sistema. Para restablecer su confianza, aquellos que tienen la tarea de tomar las decisiones han propuesto la implementación de tribunales especializados en materia relacionada con el sexo. Los modelos sudafricanos y neozelandeses han tenido un impacto positivo en sus respectivas jurisdicciones : un aumento en el porcentaje de condenas, una mejora de la calidad de los testimonios, una disminución de los lapsos y de la victimización secundaria, una mejoría del conocimiento por parte de los jueces acerca de la realidad de las víctimas, etc. Por ende, representan una iniciativa promisoria para la mejora de la experiencia de las víctimas, y en consecuencia, una esperanza para el restablecimiento de su confianza hacia nuestro sistema de justicia.
Le système de justice criminelle québécois, malgré toutes les réformes dont il a fait l’objet, continue de traiter de manière inappropriée les victimes d’agression sexuelle. L’attrition, l’influence du modèle du « vrai viol » et la victimisation secondaire sont autant d’obstacles rencontrés par les victimes qui participent à leur perte de confiance envers ce système. Pour rétablir cette confiance, des décideurs proposent l’implantation de tribunaux spécialisés en matière de crimes sexuels. Les modèles sud-africain et néo-zélandais ont eu un impact positif sur leur juridiction : augmentation des taux de condamnation, amélioration de la qualité des témoignages, diminution des délais et de la victimisation secondaire, amélioration de la connaissance des juges sur la réalité des victimes, etc. Ils représentent donc une initiative prometteuse pour l’amélioration de l’expérience des victimes et, conséquemment, un espoir pour le rétablissement de leur confiance envers le système de justice canadien et québécois.
Despite much reform, Quebec’s criminal justice system continues to fail victims of sexual assault. Attrition, “real rape” stereotypes, and secondary victimization have eroded victims faith in the justice system. Recently, Quebec has been considering the creation of specialized sexual assault courts to address this issue and help restore victims’ trust in the system. The creation of such courts has had a positive impact in South Africa and New Zealand, with increased conviction rates, improved testimonial quality, reduced delays, less secondary victimization, judges with a strong understanding of sexual assault, and other benefits. As such, dedicated sexual assault courts are a promising initiative that could improve victims’ experience of, and faith in, the criminal justice system.
