El autor analiza la situación de colapso que previsiblemente se producirá en los órganos judiciales cuando se se retome la actividad judicial ordinaria tras el levantamiento de la suspensión de los plazos procesales, se comiencen a notificar los actos pendientes y se produzca un notorio incremento en el número de recursos presentados frente a dichas resoluciones; más la avalancha de nuevos casos, muchos de ellos generados por el Covid-19.