La cooperativa Entrepatios está demostrando que darle un giro de 180º al modelo de promoción de vivienda no es una opción, sino que es la forma adecuada de abordar los proyectos en un contexto de deshumanización de las ciudades, encarecimiento del suelo y de crisis ambiental. En el Cohousing el protagonismo recae en la comunidad y en cómo quiere ésta que sean las relaciones de cuidado y apoyo mutuo entre las personas que van a vivir allí. Esto condiciona completamente el diseño de los espacios porque no se conciben desde las necesidades individuales desconectadas del resto, sino de lo que es mejor para el grupo sin anular los deseos de cada cooperativista. Pero, además, supone un freno a la especulación con la vivienda ya que utiliza el modelo de derecho de uso, en el que la cooperativa es la dueña tanto del suelo como del edificio y el cooperativista disfruta de un usufructo ilimitado de su casa pero no puede enajenarla, de forma que se mantienen los valores del proyecto a lo largo del tiempo. Por último, también es importante analizar el proyecto desde el punto de vista ecológico, dado que el edificio va a construirse con los estándares Passivhaus.