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María del Carmen Salcedo Beltrán
La relación laboral especial del servicio del hogar familiar ha sido objeto de diversas modificaciones legislativas a partir del año 2011 que han tenido como prioridad aproximar el colectivo de trabajadores domésticos a las relaciones laborales comunes. Si bien se progresó en cuanto a ese objetivo, un balance transcurridos casi ocho años, evidencia que existen numerosos retos pendientes a nivel internacional, en el que es significativa la falta de ratificación del Convenio nº 189 de la OIT, y nacional, presidido por el RD 1620/2011, de 14 de noviembre, que demuestran deficiencias y cuestiones controvertidas en el régimen jurídico, reflejadas en los numerosos pronunciamientos judiciales emitidos hasta el momento. En este estudio se analizan algunas de ellas desde el punto de vista teórico y práctico, para concluir que la conquista de su pleno reconocimiento y equiparación debe transcurrir por la imperiosa necesidad de afrontar, con actuaciones de todas las instituciones públicas de todos los países firmes y efectivas, una realidad que hace visible la existencia en el siglo XXI de esclavitud, entre las que son ineludibles, la suscripción de los compromisos supranacionales y la reforma de la normativa vigente.
The special employment relationship of the domestic service has been the subject of diverse legislative changes from 2011 onwards, the priority of which has been to bring the group of domestic staff closer to common employment relationships. Although progress has been made as regards this objective, a balance after almost eight years shows that there are numerous pending challenges at the international level, in which the lack of ratification of ILO Convention No. 189 is significant, and at the national level, presided over by Royal Decree 1620/2011 of 14 November, which assess deficiencies and controversial issues in the legal framework /regulations, reflected in the many judicial pronouncements issued so far.
This study analyses some of them from a theoretical and practical point of view, and concludes that the achievement of their full recognition and equal treatment must take place through the imperative need to confront, with the firm and effective actions of all public institutions, a reality that highlights the existence of slavery in the 21st century, among which supranational commitments and the modification of current regulations are unavoidable.
