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José Magaña Romera
El muro de Berlín era la prueba física de un ‘telón de acero’, símbolo de la división del mundo en dos bloques ideológicos irreconciliables, cuando sale la Populorum progresio en el año 1967. Casi veinticinco años después, en 1989, cayó el muro de Berlín. Hecho que simboliza el fin de las ideologías dando paso a una nueva situación definida como ‘choque de civilizaciones’. Esta teoría sustenta la construcción de nuevos muros, ahora contra la pobreza: frontera de Méjico, paso de Calais, muro entre Israel y Palestina, vallas de Ceuta y Melilla, etc. Cincuenta años después descubrimos la actualidad de los retos planteados en Populorum progresio, ahondados con los temas de la identidad y la ecología, introducidos por Benedicto XVI y el papa Francisco, como elementos esenciales para un desarrollo sostenible en un momento de cambio de secuencia histórica.
When Populorum progressio was issued, in 1967, the Berlin Wall was the physical evidence of an “Iron Curtain”, the symbol of a world divided into two ideologically irreconcilable blocs. Almost twenty-five years later, in 1989, the Berlin Wall fell. The Fall symbolises the end of ideologies and leads to a new situation defined as “Clash of Civilizations”. This theory supports the building of new walls, now against poverty: the US-Mexico border wall, the Strait of Dover-Pas de Calais situation, the wall between Israel and Palestine, the walls around Ceuta and Melilla, etc. Fifty years later, we find how current the challenges posed in Populorum progressio still are. They have been complemented through the topics of identity and ecology introduced by Pope Benedict XVI and Pope Francis, as essential elements for sustainable development in a time of historical sequence change.
