En España se requiere un consentimiento informado válido para realizar cualquier intervención diagnóstica o terapéutica sobre un paciente. En las clínicas dentales se realizan procedimientos sobre menores de edad que requieren el previo consentimiento informado válido so pena de incurrir en responsabilidad, de concretarse algún riesgo previamente no informado. En todas las Comunidades Autónomas, existen programas de salud bucodental públicos con diversos contenidos y diferentes formas de organización, los cuales coexisten con la asistencia dental privada, a través de centros sanitarios privados tradicionales y más recientemente, a través de clínicas marquistas o franquiciadas. Los modelos "público" y "mixto" de provisión de asistencia dental basan sus prestaciones en el Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento para su actualización. Los tratamientos públicos se dirigen a la población infantil entre los 6 y los 16 años. En este opúsculo analizamos cómo las previsiones sobre el consentimiento por representación contenidas en el nuevo decreto andaluz ignoran por completo el contenido del artículo 9 de la Ley de Autonomía del Paciente, que ordena aplicar la doctrina del "menor maduro", por la que el menor de 18 años puede otorgar el consentimiento informado si comprende intelectual y emocionalmente el alcance de la intervención, dentro de lo que se ha venido a llamar el "consentimiento entendido o comprendido" y de acuerdo con el resto de la legislación civil. Este decreto andaluz, que debería ser reformado, deja a los dentistas que participan en el Programa de Asistencia Dental Infantil (PADI) en Andalucía inmersos en una inseguridad jurídica pasmosa, al establecer el modo y manera en que los dentistas deben obtener el "previo consentimiento formulado por escrito de las personas que ejerzan la patria potestad, la tutela o la guarda y custodia" para realizar ciertos procedimientos de riesgo, sin tener en cuenta la legislación básica al respecto, la cual obliga a obtener el consentimiento informado del menor maduro, capaz de entender el alcance de la naturaleza de la intervención dental y sus riesgos.
In Spain, valid informed consent is required to perform any diagnostic or therapeutic intervention on a patient. In dental clinics, procedures are carried out on minors who require valid prior informed consent, under penalty of incurring responsibility, of realizing some previously unreported risk. In all the Autonomous Communities, there are public oral health programs with different contents and different forms of organization, which coexist with private dental assistance, through traditional private health centers and more recently, through marquist or franchised clinics. The "public" and "mixed" models of dental care provision base their benefits on Royal Decree 1030/2006, of September 15, which establishes the portfolio of common services of the National Health System and the procedure for its upgrade.
Public treatments are aimed at children between 6 and 16 years old. In this study we analyze how the provisions on the consent for representation contained in the new Andalusian decree completely ignore the content of article 9 of the Patient Autonomy Law, which mandates the application of the doctrine of the "mature minor", by which the minor The 18‐year‐old can grant informed consent if he intellectually and emotionally understands the scope of the intervention, within what has come to be called "consent understood or understood" and in accordance with the rest of the civil legislation. This Andalusian decree, that should be reformed, leaves dentists who participate in the Child Dental Assistance Program in Andalusia immersed in an astonishing legal uncertainty, by establishing the way and way in which dentists must obtain the "prior written consent of the people who exercise the parental authority, guardianship or custody "to perform certain risk procedures, without taking into account the basic legislation in this regard, which requires obtaining the informed consent of the mature minor, able to understand the scope of the nature of the Dental intervention and its risks.