Este artículo se refiere en particular al tratamiento informativo que los medios audiovisuales dan a sucesos trágicos y dolorosos a la violencia machista, y muchos de ellos con implicación de menores o personas especialmente vulnerables. Casos como los de Rocío Wanninkhof, Sonia Carabantes, Marta del Castillo, Diana Quer o los de los niños Gabriel Cruz y Julen nos muestran cómo se ha producido una deriva hacia el sensacionalismo en la forma en que las cadenas de televisión abordan este tipo de sucesos, convertidos en auténticos espectáculos, en circo mediático, con el propósito último de incrementar sus cuotas de audiencia.