Acceso usuarios
José Luis Sánchez Noriega
Desde los años sesenta —con emblemáticos ensayos como La sociedad del espectáculo (Debord) o Apocalípticos e integrados (Eco)— se viene constatando que los mejores análisis de la comunicación de masas y del sistema mediático proceden de pensadores que no son exactamente comunicólogos, sino que se sitúan en un ámbito más amplio, en ese espacio de pensamiento humanista integrador de la sociología, semiótica, filosofía, psicoanálisis y hasta teoría política. Inversamente, habría que decir que no hay en el último medio siglo teorías explicativas del conjunto de la sociedad que no sitúen a los medios de comunicación en el centro de sus indagaciones y propuestas, como reflejan los tres tomos de La era de la información (1997-2000) de Manuel Castells. Ello no podía ser de otro modo en una sociedad de la información donde han proliferado canales y redes, la comunicación amalgama las noticias con el entretenimiento, el arte y la cultura dependen de su impacto en los medios, el ejercicio del poder político está determinado por el sistema mediático o el valor de muchas iniciativas empresariales depende de la “imagen (pública) de marca”… hasta el punto de que los medios de masas acaban por ocultar su condición de mediadores entre los usuarios y la realidad, pues se constituyen, de hecho, en realidad misma.
