Actualmente en un mundo globalizado, el secreto de las comunicaciones representa no sólo un derecho individual, sino también un instrumento necesario para el desarrollo cultural y científico colectivo. La protección del derecho de las comunicaciones es importantísimo, pues ya se refieran el contenido de nuestras comunicaciones a cuestiones íntimas, profesionales o de otro tipo, quedan salvaguardadas por nuestro ordenamiento jurídico de la misma manera, sancionado sus intromisiones.