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Sarah Pickard
Las acciones de protesta organizadas por los jóvenes, y en las que estos son protagonistas clave, son cada vez más numerosas y diversas. Este artículo constituye un estudio de caso detallado de la evolución de los métodos y los medios utilizados por la policía, y del marco legislativo relativo a estas protestas y a los jóvenes manifestantes en Gran Bretaña, basado en la sociología política, las ciencias políticas, la criminología y los estudios sobre la juventud. En primer lugar, el artículo describe las principales acciones de protesta en las que participaron los jóvenes de la Gran Bretaña del siglo XXI. A continuación, documenta la evolución de los instrumentos y métodos policiales. A continuación se explican los cambios en el marco legislativo. En este artículo afirmo que, a través de herramientas y métodos policiales de tipo militar, combinados con leyes autoritarias, los sucesivos gobiernos británicos han desarrollado una policía coercitiva, la vigilancia de los manifestantes y la criminalización de la disidencia. Esto va en contra del discurso oficial que afirma que ha habido un retorno a la actividad policial por consentimiento con mayor respeto de los derechos humanos y al diálogo tras las críticas de varios organismos oficiales. Así, en realidad, un Estado democrático ostensiblemente liberal está ejerciendo una fuerza y una coerción excesivas, como parte de un proceso de securización, en un intento de regular y reprimir las acciones de protesta de los jóvenes ciudadanos, interpretadas como una amenaza perturbadora para el statu quo político. De este modo, se está privando a los jóvenes ciudadanos de su derecho democrático y humano a protestar pacíficamente, con importantes implicaciones para Gran Bretaña y otros países.
Youth-led protest actions and protests with young people as key protagonists have increased and become more diverse. This article constitutes a detailed case study of evolutions in policing and the legislative framework pertaining to protests and young protesters in Britain, drawing on political sociology, political science, criminology and youth studies. The article first outlines the main protest actions involving young people in twenty-first century Britain. Next, it documents developments in policing tools and methods. It then explains changes to the legislative framework. I argue that through military-style policing tools and methods, combined with authoritarian laws, successive British governments have developed coercive policing, the monitoring of protesters and the criminalisation of dissent. This runs counter to official discourse claiming there has been a return to policing by consent with greater attention to human rights and dialogue following criticisms from various official bodies. Thus, in reality, an ostensibly liberal democratic state is wielding excessive force and coercion, as part of a securitisation process, in a bid to regulate and repress young citizens’ protest actions construed as a disruptive threat to the political status quo. In this way, young citizens are being deprived of their democratic and human right to peaceful protest with important implications for Britain and elsewhere.
