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David Lantarón Barquín 
La globalización determina el fortalecimiento del legislador supranacional y el empoderamiento de la autoregulación privada. Y la consiguiente mayor presencia del comúnmente denominado soft law, fundamentalmente privado, mediante mecanismos como los códigos de conducta y los acuerdos marco internacionales. Todo ello con el protagonismo de las empresas multinacionales. Un cambio, en fin, en el sistema de fuentes, solapándose nuevos mecanismos con la tradicional pirámide kelseniana de base estatal, condicionando a la par sus contenidos y devenir. Evolución que es también de instrumentos de ordenación no normativos.Entre las señas distintivas de este sistema renovado, destaca el fortalecimiento del pluralismo jurídico, que acoge de manera relevante el soft law —privado y público, ambos cuestionados por razones parcialmente diversas, si bien con un sustrato común—, aumentando con ello el dinamismo en la ordenación de las relaciones laborales. Pluralismo que encuentra su cabeza visible en el ineficiente constitucionalismo multinivel. Y que presenta un acusado debilitamiento de la territorialización de los ordenamientos jurídicos. También de la imperatividad de las normas generando una creciente inseguridad jurídica.Pluralismo que debiera conocer una mayor y razonable integración y coordinación entre, por un lado, orden internacional e interno, partiendo de su legitimación en una misma ciudadanía. Y también entre el necesario protagonismo, regulador y coordinador, del orden público, con recuperación del trascendente rol estatal, y del privado, que ha evolucionado para atender sus insuficiencias, que presenta también aspectos positivos combinando adecuadamente para ello hard y soft law.
Globalization determines the strengthening of the supranational legislator and the empowerment of private self-regulation. Consequently, it increases the presence of the commonly called «soft law», mainly private, through mechanisms such as codes of conduct and international framework agreements. A reality that clearly has multinational companies as a leading factor. It contributes to a certain changes, in the end, in the system of sources, overlapping new mechanisms with the traditional Kelsenian pyramid based on state-made regulation. This change conditions both, the contents and the becoming of the system. Evolution that is also comprehensive of non-regulatory management tools.Among the hallmarks of this renewed system, highlighting the strengthening of legal pluralism, which welcomes in a significant way the soft law —private and public, both questioned for partly different reasons—. This pluralism increases the dynamism in the management of industrial relations. Pluralism that is partially rooted in the inefficient multilevel constitutionalism and that presents a sharp weakening of the «territorialization» of legal systems. It might also weaken the imperative nature of the rules, generating a growing legal uncertainty.Pluralism that should know greater and reasonable integration and coordination between, on the one hand, international and internal legal regimes, taking into consideration their shared legitimacy in the same citizenship and, on the other hand, between public legislation —necessarily prominence in terms of regulation and coordination— and private provisions. A public regulation that should recover the transcendent role of the state. Private provisions that have evolved to address their inadequacies. In the end, an integration achieved properly combining hard and soft law.
