Cuando abordamos el interrogatorio del testigo adverso (contrainterrogatorio), ya conocemos la narración de los hechos ofrecida por éste durante el interrogatorio directo, versión que, en la mayoría de las ocasiones suele ser contraria o perjudicial a la tesis que defendemos. Por ello, cuando llega la hora de contrainterrogar, hemos de tomar dos decisiones claves: una primera, decidir si vamos a interrogar o, en su caso, si nos vamos a aproximar al testigo mediante el empleo de técnicas constructivas o destructivas. Mucho hay en juego, pues un error en la elección táctica puede dar al traste con las posibilidades, siempre escasas, de extraer algún beneficio del contrainterrogatorio. El presente artículo pretende exponer algunas de las técnicas más frecuentemente empleadas para llevar a cabo un contrainterrogatorio constructivo.