La hipótesis que se pretende demostrar en este trabajo es que la autocensura, motivada por lo políticamente correcto, puede obstaculizar el ejercicio la libertad de cátedra y en ese sentido limitar el papel que actualmente se reconoce al docente a favor del aprendizaje ético de los alumnos. Con este objetivo se examina a la universidad como ambiente propicio para el aprendizaje ético y el papel del docente dentro de ésta. En torno a este último punto me planteo una respuesta para la pregunta ¿a partir de qué posición debe el docente abordar las cuestiones socialmente controvertidas en un aula universitaria? y, finamente, se reflexionó sobre el valor práctico de la libertad de cátedra y su relación con la corrección política.
This article tries to demonstrate that self-censorship, motivated by the politically correctness, can undermine academic freedom and in that sense limit the professor´s role on teaching ethics. Aiming towards this goal, it examines the university as an appropriate environment for ethical learning and the lecturer’s role within it. In relation to this last point: the position from which controversial issues should be address in the university, as well as the practical value of academic freedom and its relationship with political correctness are studied.