La exportación española de frutas y hortalizas en 2018 se elevó a 12.832 millones de euros, un 1% más que el año anterior mientas que el volumen se redujo un 1%, totalizando 12,5 millones de toneladas. En los últimos años se observa una desaceleración de la tasa de crecimiento de las ventas al exterior, frente a una aceleración de las importaciones en el mercado nacional y comunitario. Paralelamente la actividad productiva y comercial se encuentra en un entorno cambiante marcado por la volatilidad de los precios y las políticas cada vez más exigentes, consecuencias del os compromisos medioambientales y de la globalización de los mercados. La resiliencia del sector pasa por actualizar y poner en valor las fortalezas intrínsecas que siempre le han caracterizado: diversidad de oferta, amplitud de calendario… y adaptarse a este entorno cambiante, para lo que es preciso superar tres retos: incrementar la competitividad reforzando la capacidad de inversión e innovación, facilitar el cumplimiento de los objetivos medioambientales de la PAC y establecer un sector organizado en base a las organizaciones de productores y sus asociaciones.