Eduardo Donza
En diciembre de 2001 fuimos testigos de la crisis definitiva del modelo de cambio estructural y acumulación implementado durante la década de 1990. La traumática salida de la convertibilidad, la alteración brutal del tipo de cambio, la inflación, la no disponibilidad de depósitos y la alteración del sistema financiero formaron parte, entre otros factores, de un complejo esquema que modificó el mercado de trabajo y los ingresos reales de la población. En este artículo se intenta realizar una evaluación de los efectos de la crisis y de los instrumentos que intentan paliar la grave situación. Con este fin se comparan indicadores socioeconómicos del Gran Buenos Aires para octubre de 2001 y mayo de 2002, al mismo tiempo se los recalcula en función de las medidas adoptadas por el gobierno.