Un entorno laboral flexible y cambiante puede resultar inestable e incierto para los trabajadores, y debería tenerse en cuenta a la hora de elaborar las políticas de prevención de riesgos laborales. Una cuarta parte de los trabajadores españoles tienen contratos temporales, este dato posee unas consecuencias y repercusiones en las acciones de las empresas enfocadas a reducir el absentismo laboral, mejorar el clima de trabajo y prestar asistencia sanitaria a los empleados.