La relevancia del dolor va más allá de los aspectos físicos que desencadena. Constituye un problema sanitario importante cuyas consecuencias merman considerablemente la calidad de vida de quiénes lo padecen, influyendo de forma negativa en su entorno social, laboral y en sus relaciones personales. Se estima que uno de cada seis españoles (17%) sufre dolor crónico. El dolor es la primera causa de absentismo laboral en España y uno de los mayores gastos sanitarios del estado