La banca es información. La función que realizan los bancos, la intermediación entre ahorradores e inversores, es intensiva en información, como lo es el conjunto de las distintas actividades de la industria de servicios financieros. La racionalización de esa actividad, la búsqueda de una mayor eficiencia, se ha llevado a cabo, por tanto, mediante mejoras en la calidad de la información, en los mecanismos de interlocución con los clientes y en el procesamiento y transmisión interna de la misma.
Sobre esas bases, no es de extrañar que al igual que otras instituciones y mercados financieros, las empresas bancarias hayan mostrado una gran recepción a todo tipo de innovaciones en el sector de las tecnologías de la información y de las comunicaciones sobre el que se asienta la nueva economía.