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Inmaculada Marín Alonso 
La alta conflictividad laboral sobre el cómputo de la jornada irregular en la empresa a efectos de constatar el exceso de jornada legal o convencionalmente pactado provocó no sólo un intenso debate doctrinal y jurisprudencial sobre la necesidad de registrar la jornada ordinaria de trabajo sino, también, la imposición por la vía de urgencia de la obligación empresarial del registro horario para satisfacer los intereses contrapuestos de las partes del contrato de trabajo. La regulación actual de la obligación de registro de la jornada ordinaria tiene por objetivo no sólo determinar la existencia de horas extraordinarias sino, también, dar cumplimiento a una serie de normas, nacionales y europeas, que obligan a garantizar a los trabajadores el derecho al descanso, a la seguridad y salud y a los derechos de conciliación de la vida familiar, personal y laboral. El registro horario deviene así un derecho de los trabajadores, superando su visión de mero derecho empresarial.
The high labor conflict over the calculation of the irregular workday in the company for the purpose of verifying the excess of workday legally or conventionally agreed upon not only provoked an intense doctrinal and jurisprudential debate on the need to register the ordinary workday, but also, the imposition by emergency means of the business obligation of the hourly registry to satisfy the conflicting interests of the parties to the work contract. The current regulation of the obligation to register the ordinary working day aims not only to determine the existence of overtime but also to comply with a series of national and European rules that force workers to guarantee the right to rest, safety and health and the rights to reconcile family, personal and working life. Hourly registration thus becomes a right for workers, going beyond their vision of mere company law.
