A través del análisis de la crisis territorial en España, se plantean los nuevos retos del constitucionalismo actual y el desarrollo de conceptos inéditos como la apariencia constitucional, la inconstitucionalidad difusa, la legitimidad aparente, el control preventivo de inconstitucionalidad o los límites del parlamento virtual. La brecha artificiosa entre principio de legalidad y principio democrático pretende fundamentar un ficticio derecho a decidir sobre la integridad territorial, la fragmentación de la soberanía nacional y la deslealtad institucional promovida por los partidos independentistas y los poderes públicos de Cataluña. La Constitución española se enfrenta pues, a la “legitimidad” aparente de las declaraciones políticas institucionales simbólicas y contrarias a sus principios esenciales, al fraude constitucional y en definitiva, a la insumisión del Parlamento de Cataluña.