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Mónica Hirst 
La MINUSTAH representa un punto de inflexión en la vinculación entre la secularización global y las prácticas humanitarias en América Latina y Caribe. Las responsabilidades militares regionales en Haití fueron útiles para que las Fuerzas Armadas perfeccionasen capacidades empleadas en crisis humanitarias. En América Latina el campo dominante de la presencia militar en las acciones humanitarias está relacionado a desastres naturales. La presencia militar en Haití también contribuyó para la experimentación en el combate al crimen organizado y las pandillas, una preocupación creciente en el radar de los actores y organizaciones humanitarias internacionales. Humanitarismo armado en la región se benefició de los vínculos con Estados Unidos, especialmente el Comando Sur, y con el Sistema de Naciones Unidas, especialmente el Departamento de Operaciones de Manutención de la Paz(DPKO). El involucramiento doméstico e internacional en asistencia humanitaria se ha convertido en un tema central de las iniciativas entra-militares regionales, estimulada por intercambio de nuevos conocimientos y la expansión de programas conjuntos. Simultáneamente el humanitarismo armado amplió el alcance de las relaciones civil-militares por ampliar la interacción con populaciones y organizaciones locales en diferentes partes de América Latina. Sin embargo, humanitarismo armado es un tema controvierto en la región por sus impactos en la protección de los derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones democráticas. Este texto busca plantear un terreno común de analice que vincule los estudios militares y de la acción humanitaria. Para esto serán articulados los conceptos de los militares pos—modernos y el de humanitarismo armado con la suposición de que ambos, si bien aplicase a diferentes objetos, pueden combinarse para explicar ciertos desarrollos militares latinoamericanos post-MINUSTAH.
MINUSTAH represents a benchmark in the link between global securitization and humanitarian practices in Latin America and the Caribbean. Regional military responsibilities in Haiti turned useful to improve and expand capabilities employed in international humanitarian crisis. Engagement in natural disaster has been the dominating terrain in which military humanitarian action takes place in Latin America and the Caribbean. Military presence in Haiti has also contributed for experimentation in the fight against organized crime and gangs, a growing concern on the radar of international humanitarian organizations and actors. Armed humanitarianism in the region has benefitted from ties with the US, particularly the South Command, and with the UN System, particularly the DPKO. Domestic and international involvement in humanitarian assistance has become major topic in regional intra-military initiatives, stimulated by exchange of new expertise and the expansion of teamwork programs. Simultaneously, armed humanitarianism has amplified the spectrum of civil-military relations by broadening interaction with local population and organizations in different parts of Latin America and the Caribbean. Yet, armed humanitarian is controversial in the region in face of its implication for human rights protection and the strength of democratic institutions. This text intends to trace a middle ground around military and humanitarian studies conceptualization by interlacing the concepts of postmodern military and armed humanitarianism. It parts from the assumption that both concepts, while focusing on different objects, may knit well to explain post-MINUSTAH Latin American military developments.
