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Pamplona, España
Este trabajo examina las disparidades espaciales en términos de desarrollo en el interior de los Estados miembros de la UE. Para ello se utilizan datos correspondientes a 272 regiones pertenecientes a 28 países a lo largo del periodo 1996-2010. El análisis llevado a cabo confirma que la desigualdad en el interior de los diferentes países es un componente importante de la desigualdad espacial observada en el conjunto de la UE. De hecho, la desigualdad regional ha aumentado en la mayoría de los países de la UE durante el período objeto de estudio. Los resultados también ponen de manifiesto la relevancia de los procesos de desarrollo nacional a la hora de explicar la evolución de la desigualdad regional, si bien la relación no es lineal. Los avances del PIB per cápita nacional inicialmente contribuyen a aumentar las disparidades regionales. No obstante, una vez alcanzado un determinado nivel de desarrollo la relación se hace negativa, de forma que los países más desarrollados tienden a experimentar menores niveles de desigualdad regional. Asimismo, la apertura de las fronteras nacionales a los mercados internacionales está asociada con mayores disparidades espaciales. Al mismo tiempo, los países con una mejor calidad institucional se caracterizan por registrar menor desigualdad regional.
Estos resultados no dependen de la medida concreta utilizada para capturar la magnitud de las disparidades espaciales en el interior de los diferentes países.
Palabras clave: Desigualdad regional, países, Unión Europea.
This paper examines spatial disparities in terms of development within EU countries, using data for 272 regions in the current 28 member states over the period 1996-2010. The analysis carried out confirms that within-country inequality is an important component of overall inequality across European regions. Indeed, regional inequality increased in most EU countries throughout the study period. The results also underline the relevance of national development for within-country inequality, although the relationship is not linear. The advances in national GDP per capita first increase regional inequality. However, beyond a threshold level, the link turns from positive to negative and richer countries tend to experience lower levels of regional inequality. Moreover, the opening of national borders to international markets is associated with higher regional inequality in the EU countries. At the same time, countries with better quality of government have lower levels of regional inequality. These results do not depend on the specific measure used to quantify the magnitude of regional disparities within the sample countries.
