A pesar de haber sido introducido hace 30 años, no existe evidencia científica creíble que apoye el Síndrome de Alienación Parental (SAP, también llamado Alienación Parental [AP] y Desorden de Alienación Parental [DAP]). El concepto no ha ganado aceptación general en el campo científico, y no hay ninguna prueba, ningún dato o experimento que respalde las afirmaciones hechas con respecto al SAP. Debido a esta falta de credibilidad científica, muchas organizaciones —científicas, médicas y legales— continúan rechazando su uso y aceptación (Meier, 2013).