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En esta Tribuna se aborda la problemática que se atisba en el horizonte con la suspensión de los lanzamientos derivados de las ejecuciones hipotecarias por razón de especial vulnerabilidad de los afectados, medida excepcional que ya ha sido prorrogada en dos ocasiones y que vence el próximo mes de mayo de 2020. Urge adoptar cuanto antes medidas efectivas para poner fin a esa anómala situación de una forma ordenada y razonable, buscando el interés de todas las partes implicadas, incluidos los adjudicatarios de los inmuebles. A cuyo efecto resulta imprescindible que los órganos judiciales cuenten con la colaboración de los servicios sociales. Siendo que cuanto más se tarde en actuar, mayor será problema y más compleja su solución.
