Se trata de valorar la repercusión que para el ámbito de la investigación biomédica y de la salud pública va a suponer la entrada en vigor, el 25 de mayo, del Reglamento 2016/679, de 27 de abril de 2016, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de esos datos.