El Reglamento Penitenciario vigente formuló en 1996 previsiones de vinculación, interconexión y coordinación de la sanidad penitenciaria con el Sistema Nacional de Salud. Esas previsiones, por lo dispuesto en la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, se convirtieron en un mandato de integración de la sanidad penitenciaria en ese Sistema, que hasta ahora no se ha producido. En este trabajo se aboga por su cumplimiento inmediato, habida cuenta de las señales de agotamiento que está emitiendo el modelo actual de sanidad penitenciaria.