José Luis Escrivá
El ciclo de 20 años que la economía española acaba de cerrar perfila un modelo de crecimiento más equilibrado que el anterior, pero también deja elevados niveles de deuda y desempleo y mayor desigualdad. Estos desequilibrios, junto con el envejecimiento de la población, las potenciales crisis financieras o los pasivos contingentes, condicionarán el desempeño de nuestra economía en los próximos años. El principal reto de la política fiscal en este contexto es facilitar la corrección simultánea de estos desequilibrios. Para ello resulta imprescindible reforzar el actual marco fiscal, evaluar en mayor medida la eficiencia y calidad del gasto público e incorporar la desigualdad como una dimensión adicional de la política económica.