En el actual organigrama de la Guardia Civil son varias las Jefaturas y Servicios que de acuerdo a las funciones y cometidos que tienen atribuidas podrían desarrollar actividades en el ámbito de la Ciberseguridad. El papel de la Institución en este dominio goza de una doble perspectiva: la Guardia Civil como objeto de Ciberamenazas; y la Guardia Civil como garante de la Ciberseguridad y perseguidor de la Ciberdelincuencia. Desde el primer punto de vista la Guardia Civil debe preocuparse de garantizar la integridad de sus medios, infraestructuras, y sistemas de información, así como de la información propiamente dicha. Por otro lado, y dada su función de Cuerpo de Seguridad, igualmente debe orientar sus esfuerzos a la prevención y persecución de los denominados Ciberdelitos.