El presidente Emmanuel Macron ha decidido someter al Consejo Constitucional francés una ley “antialborotadores” que su mayoría parlamentaria ya ha aprobado. Tras los deterioros en serie del 16 de marzo en los Campos Elíseos, también ha optado por confiar al Ejército una parte del mantenimiento del orden. Este espectacular endurecimiento represivo da continuidad a la historia de una República autoritaria.