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La modernización arquitectónica de la Academia General Militar llegó, como es habitual, de la mano de un nuevo plan de estudios, el de 1973, que obligó a construir una nueva Academia para poder alojar convenientemente a unos 1.600 cadetes. El nuevo plan de estudios pretendía convertir la AGM en el primer centro de enseñanza del Ejército de Tierra, y casi el único, pues estaba previsto que las academias especiales se trasladaran a Zaragoza para cursar los cuatro cursos en que consistía la formación de los ofi ciales del Ejército de Tierra, es decir, que coincidirían de forma simultánea cuatro promociones. Aquel plan de estudios era muy innovador, pero para poder ponerlo en funcionamiento había que solucionar varios problemas, no menores, y uno era el del alojamiento, ya que los edifi cios históricos de la AGM no tenían capacidad para alojar a semejante número de cadetes, ni los servicios, como el de alimentación, estaban en condiciones de prestar el apoyo necesario, por lo que se impuso la construcción de unas nuevas instalaciones.
