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Enrique de Miguel Acha
En el verano de 2006, España recibió una oleada de inmigrantes irregulares sin precedentes a bordo de embarcaciones defi citarias en las Islas Canarias. Ello supuso una crisis humanitaria debido a las pésimas condiciones sanitarias en las que llegaban a nuestras costas, llegando incluso a perderse vidas humanas en el trayecto hacia lo que ellos suponían que sería una vida mejor. El Estado español decidió reaccionar de forma temprana brindando numerosos medios sociosanitarios, asegurando las mejores condiciones de acogida posibles, principalmente a través de ONG
