Las nuevas tecnologías han permitido a empresas, consumidores y Administración públicas realizar un amplio abanico de transacciones comerciales por vía electrónica en cuyo desarrollo pueden suscitarse ciertas controversias entre las partes.
Cuando las partes decidan resolver estas controversias mediante un arbitraje, deberán incorporar al arbitraje las fuentes de prueba electrónica en las que sustente sus pretensiones a través del medio de prueba que resulte más adecuado.
Sin embargo, las disposiciones existentes sobre la prueba en el ámbito del arbitraje comercial internacional son escasas por lo que las partes contarán con gran libertad para configurar la práctica de la prueba y los árbitros gozarán de amplias facultades incluso para determinar su admisibilidad, pertinencia y valor.
New technologies have enabled companies, consumers and Public Administrations to carry out a wide range of electronic trade transactions in the development of which certain disputes between the parties may arise.
When the parties decide to resolve these disputes by means of an arbitration, they must incorporate to the arbitration the sources of electronic evidence in which they support their claims through the most suitable means of proof.
However, the existing provisions on evidence in the field of international commercial arbitration are scarce, so that the parties will have a great deal of freedom in shaping the practice of the proof and the arbitrators will enjoy broad powers even to determine their admissibility, relevance and value.