Sergi Nebot
No le hace falta ser un fan de los cómics, y un servidor no lo es, para comprender la verdadera dimensión de Stan Lee, un tipo cuya leyenda empezó a fraguarse un día de finales del año 1940 cuando, tras concluir la escuela secundaria, consiguió un trabajo de ayudante en la editorial Timely Comics (hoy Marvel Comics)