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Alvaro Ochoa
Los logos de Cruz Novillo están entre nosotros, los vemos prácticamente a diario. En la campaña del Partido Socialista de las elecciones andaluzas, cuando leemos un tuit de la Policía Nacional, cuando repostamos en una gasolinera Repsol, cuando cogemos un tren de alta velocidad o vamos a recoger un paquete a Correos. Cuando veamos las campañas en la madrileña Puerta del Sol también aparecerá, porque el edificio es la sede de la comunidad cuyo logo diseñó hace tres décadas. Su estilo geométrico y colorido es inconfundible y se halla dentro de una obra que modernizó la identidad visual de un país entero y que le ha granjeado la (buena) reputación de ser uno de los diseñadores más icónicos de los últimos 50 años.
