El predominio del granito en las fachadas de los edificios del centro de Torrelodones supone el punto de partida de este proyecto. Se pretende a través de este material, que la calle se convierta en un elemento de continuidad creando un ambiente homogéneo entre los planos horizontales y verticales del espacio público.
Para ello, trasponemos las fachadas de sillería o mampostería de granito, al suelo de la calle, trabajando con piezas de distintos formatos, y con la irregularidad de la junta que aparece entre ellas. Está junta albergará usos, vegetación, mobiliario urbano… y su materialidad irá cambiando según las necesidades.
La presencia de comercio y garajes particulares en el ámbito de actuación lleva a plantear una solución de coexistencia de tráficos en vez de la peatonalización estricta. La calle se resuelve a un mismo nivel dando prioridad peatonal en toda la sección de la calle. El paso restringido de vehículos se permite en una parte de la calle, libre de vegetación y mobiliario urbano, donde la junta entre piezas se dilata configurando una zona de textura adoquinada frente a la que presentan otras zonas de la calle por la que los coches no deberían discurrir