Desde el inicio de la recuperación, el mercado laboral español ha sido uno de los más dinámicos de Europa. Entre 2014 y el tercer trimestre de 2018, la economía ha generado más de 2 millones de puestos de trabajo netos, algo menos del 30% de todo el empleo creado en la eurozona durante ese periodo. Fruto de ello, la tasa de paro se ha reducido en más de 10 puntos, aunque sin recuperar todo el terreno perdido por la crisis. Las cicatrices generadas por el doble choque sufrido por la economía española –estallido de la burbuja inmobiliaria y, más tarde, crisis de la deuda soberana provocada por el parón de los flujos financieros en la eurozona—no han restañado. El objetivo del presente artículo es describir las principales características del mercado laboral que emerge del actual ciclo económico, intentando detectar posibles elementos de ruptura con respecto a pautas anteriores. Asimismo, se analizan algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta el mercado laboral de cara a los próximos años y se reflexiona brevemente sobre los retos para la política pública que se derivan del análisis.