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Sascha Wienecke
La historia del Parque de Zollverein tiene su origen en los años 90. Durante los 140 años de extracción de carbón y producción de coque, el área alrededor de las torres de ventilación y las plantas de coque era un paisaje poco apreciado, un espacio olvidado: una tierra de nadie donde flora y fauna eran casi furtivas; las personas tampoco encontraban su lugar, sobre todo desde que cerró sus puertas el antigua lugar de trabajo, encerrado y asegurado contra intrusos: un área restringida en un medio urbano.
Con el cierre de la mina de carbón y la producción de coque, la naturaleza comenzó a crecer: abedules y arbustos, helechos y musgo cubrieron el área como una alfombra verde. El núcleo del Parque de Zollverein, la zona del estanque de sedimentación de carbón de la mina, se identifica claramente: un espacio libre multiforme junto a un área industrial poco habitual, con bosques de abedules, arbustos oscuros, y superficies de agua reflectantes, asó como grandes espacios abiertos de sustrato negro. Un lugar fascinante, con una topografía formada por terraplenes, presas, huecos, crestas, rampas y niveles, enmarcado por un paisaje de altas chimeneas, postes de energía, torres de refrigeración, y sillares de las máquinas de Fritz Schupp y Martin Kremmer.
