Los espacios de montaña son zonas desfavorecidas, ya que constituyen un hábitat con unos condicionantes ambientales complejos, de los que se derivan unas mayores dificultades de desarrollo socioeconómico. En los Pirineos se añade su carácter transfronterizo, lo que impulsa a avanzar hacia un marco de trabajo común entre ambos países. Diferentes iniciativas se han desarrollado, en el marco de las políticas europeas y normativas específicas de cada país en materia de desarrollo rural y espacios protegidos, con el objetivo de mejora de las condiciones de vida de las poblaciones locales, a través de un modelo de desarrollo territorial compatible con la salvaguarda del patrimonio natural y cultural.