La violación, como elemento en el crimen de genocidio, como crimen de lesa humanidad, como crimen de guerra, pero también como crimen independiente, en España adolece de la adecuada tipificación, a pesar de la desplegada fuerza jurídica internacional existente, tras históricos logros internacionales alcanzados, fruto de incalculables esfuerzos humanos por estudiar, analizar, e investigar este crimen. Y es que, España tiene la obligación de adecuar su legislación penal nacional, en esta materia, a las normas de Derecho Internacional, y a los estándares internacionales reconocidos, que tipifican las conductas más graves de trascendencia para la comunidad internacional.