Según el Abogado General Wathelet, la prohibición de discriminación por motivos de religión se opone a que se despida a un médico jefe católico de un hospital católico por haberse divorciado y contraído nuevas nupcias. El requisito de que un médico jefe católico respete el carácter sagrado e indisoluble del matrimonio del que éste goza según la concepción de la Iglesia Católica no constituye un auténtico requisito profesional, y menos aún un requisito profesional esencial y justificado.