El llamado Modelo de Equilibrio General Dinámico y Estocástico (o DSGE por sus siglas en inglés) que proclamó haber establecido “la ciencia de la política monetaria”, ha sido el más utilizado por los bancos centrales en la formulación de la política monetaria. A partir de la Gran Recesión, las distintas variantes del modelo DSGE han sido objeto de fuertes críticas. Un examen detallado del modelo DSGE pone en tela de juicio el modo de hacer ciencia y, especialmente, de aplicarla en la elaboración de políticas, de buena parte de los macroeconomistas. En particular, ilustra los excesos de un enfoque que pretendiendo construir un modelo presuntamente más riguroso y general, dejó de lado la evidencia empírica que falsificaba sus predicciones antes de la crisis, e incurrió en importantes omisiones e inconsistencias teóricas.
The so-called Dynamic and Stochastic General Equilibrium (DSGE) model, which according to its advocates has established “the science of monetary policy”, has been the cornerstone of central banks’ monetary policymaking. Since the Great Recession, the different variants of the DSGE model have been subject to severe criticism. A detailed examination of the DSGE model leads to question the way of doing science and, especially, of applying it to policymaking, chosen by a large number of macroeconomists. Particularly, the case of the DSGE model illustrates the excesses of an approach which under the pretense of building a more rigorous and general model, put aside the empirical evidence which falsified its predictions before the crisis, and incurred in substantial omissions and theoretical inconsistencies.