Históricamente, los pueblos de filiación lingüística Caribe se han caracterizado por un patrón de residencia matrilocal. Durante la época colonial, en el oriente de Venezuela, estas poblaciones configuraron un conjunto de alianzas políticas, redes comerciales y de intercambios de parientes con extensión sobre grupos étnicos y regiones distantes entre sí. Frente a este escenario, entre los siglos XVII y XVIII, los proyectos coloniales estuvieron dirigidos a la fragmentación de las conexiones entre poblaciones diferentes por medio del parcelamiento espacial dentro de las misiones y doctrinas. Dentro de estos planes, fuefundamental la creación de una estructura de subordinación entre hombres y mujeres, por medio de la imposición de relaciones patriarcales, a su vez, constitutiva con un sistema de explotación de la mano de obra.