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José Luis Raymond Bara 
, Josep Oliver i Alonso
Este artículo trata de analizar los efectos del envejecimiento de la población sobre la oferta de ahorro nacional. Partiendo de la Encuesta de Presupuestos Familiares de 1990-91, procede estableciendo una consolidación total de los sectores familiar, empresarial y público, lo que permite determinar el papel del sector público como redistribuidor de renta y ahorro de las generaciones jóvenes a las de edad avanzada, así como el hecho de que, en este contexto, las generaciones activas tienen tasas de ahorro positivas, mientras que las generaciones de retirados consumen más renta de la que producen, con lo que su propensión al ahorro es negativa, en consonancia con las tesis que postula el modelode ciclo vital. Adoptando este planteamiento, y manteniendo propensiones al ahorro estables por grupos de edad, se comprueba que el envejecimiento de la población que se producirá en la economía española entre los años 1990 y 2030 llevará asociada una caída en la tasa de ahorro nacional, que puede cifrarse en el entorno de los dos puntos porcentuales de la renta nacional neta disponible. A partir del año 2030, cabe esperar que esta presión a la baja sobre la oferta de ahorro, que es una manifestación directa del envejecimiento de la población, resulte intensificada.
This article sets outto analyze the effects of population ageing on the national supply of savings. Starting off from the FamilyBudget Survey of 1990-91, it proceeds by establishinga total consolidation of the public sector as the re-distributor of the income and savings of the younger generations to the elderly, as well as the fact that inthis context the economically active generations havepositive rates of savings, whereas the retired generations consume more income than they produce, so that the propensity to save is negative, in line with the thesis postulated by the life cycle model. Adopting thisapproach and maintaining stable propensities to save by age groups, we confirm that the population ageing which will take place in the Spanish economy between 1990 and 2003 will be accompanied by a drop in the national rate of savings, which may be set at around two percentage points of the net national income available. After 2003 this downward pressure exerted on the supply of savings, which is a direct manifestation of the ageing of the population, may be expected to become even stronger.
