Javier Marquina
La verdad es que, aunque el origen de Duckout! Magazine se justifica en lo digital, la idea de vestir un traje de celulosa siempre rondó por la cabeza de la redacción: tener olor y tacto, tener tapas y hojas, poder acabar en lustrosas mesas de coworkings y en estudios llenos de postureo, inundar las estanterfas a punto de estallar de 'frikis' y 'colgaos', tomar al asalto galenas de arte, esos templos culturales llenos de snobs y gafapastas de manual. Y también convivir junto a la revista Cáñamo en salones caóticos de pisos compartidos, apestando al humo y alcohol de un mañaneo golfo .. La vida misma.