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Luis Alfaro Manrique, Miriam García García, Víctor Ténez Ybern
Uno de los retos más importantes de nuestro tiempo es el de trabajar para que paisajes fuertemente influenciados por los seres humanos puedan ser gestionados de una manera que preserve o incluso expanda la diversidad biológica, al menos localmente. Dicho de una manera quizás más expresiva: se trataría de constatar que entre lo natural y lo artificial es posible definir una tercera categoría, que se podría denominar como sintética. Sintética en el sentido literal de la palabra griega síntesis, entendida como combinación de cosas y procesos que crean otros nuevos, lejos de las connotaciones de artificialidad que se le suelen achacar. Este es el marco en el que se desarrolla el proyecto de Jordanal, en Altos de María, ubicado a 1000 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente atlántica de la provincia de Panamá, en la cuenca alta del río Indio. El proyecto trabaja a todas las escalas, desde la regional a la de los hábitats de la vegetación e incluye un programa de desarrollo residencial y parque fluvial que surge de un intenso trabajo de reconocimiento de los valores, ecológicos y paisajísticos del lugar donde se ha prestado una especial atención a la riqueza botánica de la zona
