Las demandas y retos que se les presentan a las Universidades Públicas Venezolanas, a inicios del siglo XXI, imponen y hacen necesarias transformaciones profundas en sus esquemas de organización y gestión, en sus relaciones con los entes de la Administración Pública y en sus relaciones con el sector productivo del entorno donde se desenvuelven, de igual manera en sus productos y líneas de trabajo fundamentales como son la investigación, la docencia y extensión.